Jesús compareció ante el gobernador, y este le preguntó:
"¿Tú eres el rey de los judíos?" Él
respondió: "Tú lo dices". Al ser acusado por los sumos sacerdotes
y los ancianos, no respondió nada. Pilato le dijo: "¿No
oyes todo lo que declaran contra ti?". Jesús no respondió
a ninguna de sus preguntas, y esto dejó muy admirado al gobernador.
Evangelio de San Mateo, Jesús ante Pilatos.
Cada Lunes Santo la Hermandad de la Salud se echa a las calles cacereñas para evangelizar y anunciar la Sentencia de Cristo, fidedignamente representada con las imágenes del Señor de la Salud, el procurador Pilatos y el centurión romano. Esta hermandad ha traído a Cáceres el primer paso de costaleros que ha conocido la ciudad en Semana Santa. La estación penitencial que celebró ayer esta hermandad se vio acogida en todo su itinerario por el calor y fervor de los cacereños. Al inicio, en el transcurso y cuando el Señor de la Salud volvía a Santo Domingo, el cortejo procesional se vio arropado por el fervor que en Cáceres caracteriza las procesiones. No sólo el desfile procesional fue acompañado por centenas de personas en todo su trayecto sino que una encapotada bóveda celeste amenazante respetó el cortejo de principio a fin. Penitentes, acólitos y costaleros volvieron a enseñar a Cáceres que la Hermandad de la Salud, aunque joven pisa con fuerza las empedradas calles cacereñas. Se espera a María Santísima de la Estrella para el próximo octubre y así, Dios mediante, pueda acompañar a la Sentencia en la Pasión de 2015. Al Señor de la Salud, el cual vistió túnica de terciopelo morada, le acompañarán más imágenes en años sucesivos. Del acompañamiento musical se encargó la Agrupación musical de la Expiración de Salamanca.
De Santa María, el Stmo. Cristo de las Batallas, el Fervoroso Crucificado del Refugio y la Virgen Dolorosa procesionaron ecoltados por numerosos soldados del ejército como es tradición en esta 0estación penitencial. La imágen titular de esta cofradía, es una réplica de 1953 del Stmo. Cristo de las Batallas que los Reyes Católicos llevaban a sus guerras y que actualmente se conserva en el convento de Monsé Rubí en Bracamonte (Salamanca).
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