Sabiendo que el Viernes Santo cacereño es una extensión del día que lo precede hasta las cinco de la madrugada, podemos decir que muchos cacereños vivimos nuestras procesiones en esta transición de días santos con tanto sentimiento como la "madrugá" sevillana con la Macarena, Jesús del Gran Poder o la Esperanza de Triana. La diferencia más marcada es que aquí son Jesús Condenado y Jesús Nazareno los protagonistas de esta "madrugá" que se desarrolla en el mejor marco monumental de nuestra ciudad.
La noche del Jueves Santo, es por tradición la joya de la Semana Santa cacereña, pues en una noche son diez pasos los que procesionan por las medievales calles cacereñas. Hasta hace dos años, era solo la hermandad de Jesús Nazareno la que procesionaba esta "madrugá". Con la incorporación de la hermandad universitaria de Jesús Condenado en el último año, los adarves cacereños ya son testigos de dos procesiones en la noche del Jueves al Viernes Santo.
Jesús Condenado abre paso al Nazareno de Cáceres, que es el Cristo cacereño que más acompañado procesiona en Semana Santa, pues tras Él son ocho pasos más los que se ven en esta procesión, que sin duda es la más grande de todas las cacereñas.
Jesús Nazareno, La Magdalena, La caída del Señor, La Verónica, El Calvario, Stmo. Cristo de los Milagros, Stmo. Cristo de las Indulgencias, Exaltación de la Cruz y Virgen de las Angustias, son los pasos de esta procesión.
Este desfile procesional también tuvo que ser suspendido en el día de ayer debido a las reiteradas inclemencias del tiempo, que están caracterizando esta Semana Santa. Jesús Nazareno no pisó este año las calles cacereñas.
Los otros dos desfiles procesionales que protagonizan la mañana del Viernes Santo tampoco pudieron salir.
El Stmo. Cristo de la Expiración y Ntra. Señora de Gracia y Esperanza tampoco pudieron procesionar, ni procesionar "a paso ligero" por la calle Clavellinas, por la que es tradición ver a estos dos pasos pasar "muy deprisa". Este año, la Virgen de Gracia, si hubiera procesionado, no habría lucido Su manto azul característico y habitual, que la hace tan reconocible por ser la única Virgen cacereña que procesiona con manto azul. Ntra. Señora de Gracia tenía previsto procesionar con su rojo manto de culto y no con el de paseo, por miedo a que pudiese llover y el valoradísimo manto azul pudiese sufrir cualquier deterioro o daño.
El Stmo. Cristo del Calvario tampoco procesionó, pues de nuevo, por las lluvias tuvo que quedarse en el Templo de Santo Domingo, sede de la cofradía de los estudiantes.
Por la tarde, tenía lugar el Santo Entierro de Cristo. Precedieron al cortejo dos actos. El primero fue el descubrimiento de Cristo Crucificado, que tuvo lugar a las tres de la tarde en la Ermita de la Soledad, y no en San Mateo debido a las lluvias. Posteriormente a las siete de la tarde en la misma ermita tuvo lugar la ceremonia del Descendimiento, donde el Cristo Yacente bajo de la Cruz para ser contemplado en la urna, en la que como Cristo Yacente es venerado en procesión.
En esta tarde, el cielo se mantuvo respetuoso, en cambio, la cofradía de la Soledad decidió no salir por razones que los que no fuimos testigos de la decisión atribuimos al riesgo de lluvias, pese a que finalmente no lloviera. Turistas, cofrades y cacereños no pudimos contemplar el Entierro de Cristo y a la Virgen de la Soledad, pese a que el cielo parecía conceder una tregua.
Este ha sido el intenso viernes de nuestra Semana Santa.
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